¿Y qué le podemos regalar a ella? Motivo de alegrías, de penas. La que está en nuestros momentos de júbilo y en los de soledad. Una razón por la que vivir. La que hace posible la banda sonora de nuestra vida. Es imposible describirte, e igualmente imposible describir lo que nos haces sentir. Solo le pido que no me falte nunca, aunque se que no hace falta. Ella es inerte, abstracta y a la vez, lo más eterno y vivo de mi vida. Gracias, Música. Feliz Día.
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